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De la serie F1 Teams: | |||
Andrea Moda | |||
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Nacionalidad: | Italiana | ||
Jefe de equipo: | Andrea Sassetti | ||
Pilotos: | Roberto Moreno y Perry McCarthy. | ||
Suministrador de motores: | | ||
¿Malos o buenos? | Simplemente, el 2º peor de la historia, porque el peor fue este. | ||
Años en la F1: | 1992 | ||
Carreras disputadas: | En las 2 primeras carreras del año estaban preparando el coche, en 7 no consiguieron entrar, ¡en otras 2 no llegaron a tiempo a la carrera! Y en una entraron = 12. | ||
Carreras ganadas: | ¿Realmente crees que el 2º peor equipo de la historia consiguió victorias? Si es así, haz el test | ||
Títulos mundiales: | ¿No te han dicho nunca que eres cortito? |
Cuando los anuncios de promoción de tu equipo consisten en una tía en pelotas con botas de cowboy tocando el saxofón, todo el mundo debería tener claro que estás predestinado a alguna clase de grandeza.
Cuando el jefe de tu equipo es un mangante magnate de la moda que se llama Andrea Sassetti y, a la vez, dicho jefe está más preocupado de que no le asesinen a la salida de su mansión camino del puticlub antes que de saber si tiene camiones para llevar sus cacharros bólidos a las carreras...
Cuando intentas salir de boxes y tu coche sólo puede avanzar 18 metros...
Cuando miembros de otros equipos dicen que tu coche no tiene motor, que son los mecánicos los que, en realidad, están haciendo los ruiditos con la boca...
... ¿Quieren seguir leyendo o ya se han acojonado? Ese era el equipo Andrea Moda. Y Perry McCarthy, fue el onvre que tuvo las pelotas de meterse ahí y vivir para contarlo.
Coloni llevaba desde la primera carrera de 1990 hasta la última de 1991 sin haber podido entrar en carrera (no se sabe de dónde pudieron sacar el dinero para mantener el equipo sin comerse una mierda), por lo que un onvre llamado Andrea Sassetti, que se dedicaba a la moda, le dio por comprar dicho equipo y competir en la Fórmula 1 sin la más mínima idea.
Durante el campeonato de 1992, el equipo Andrea Moda se pusó a intentar fabricar un chasis que pudiese resistir los más elementales “crash test”. El resultado: no pudieron disputar las dos primeras carreras. Pronto se haria evidente que lo que había adquirido de Coloni no tenía valor y había empezado un equipo desde 0, pintando a los 2 Coloni de negro. Sus pilotos titulares – Caffi y Bertaggia - comenzaron a quejarse. Naturalmente, fueron despedidos. Sus sustitutos fueron la pareja con menos pelo de la historia de la F1: Antonio Lobato y Gonzalo Serrano Roberto Moreno y Perry McCarthy.
Lamentablemente para Perry, eso significaba que el equipo no podía efectuar más cambios de piloto, así que cuando Roberto Bertaggia (fistro importante con un palmarés que consistía en seis intentos fallidos para preclasificarse) apareció con un sponor de un millón de dólares y el equipo no podía aceptarlo “porque Perry ya estaba como piloto titular”... Ya pueden imaginarse que el “Voy hacer que tu vida sea un puto infierno” se queda corto para describir las posteriores andanzas de Perry en el equipo.
En su primer Gran Premio, Perry consiguió completar 18 metros en la preclasificación. Por supuesto, le esperaban tiempos más felices cuando logró dar ¡7 vueltas! en Imola. En preclasificación, of course, pero nunca volvió a recorrer más distancia. En Mónaco, por ejemplo, Roberto Moreno logró lo imposible: conseguir preclasificarse, así que el equipo paró a Perry McCarthy cuando sólo llevaba dadas 3 vueltas al circuito para que su coche no sufriese ningún daño y pudiera ser el coche “de reserva” de Roberto Moreno. Ahora hablemos un poquillo de la mierda de carrera que hizo Moreno en Mónaco y luego pasemos al favoritismo: La rotura del motor del Venturi del animal de cuadra de Ukyo Katayama le permitió pasar la precalificación, y en la calificación se colocó por delante de los Brabjam, del Fondmetal de Andrea Chiesa y del Marge March de Paul Belmondo, podía participar en la carrera en la que duró 11 vueltas hasta que el motor reventó, causando carcajadas por toda la grada, porque comprendían que un coche tan lento no podía haber forzado tanto el motor hasta que se rompiese. Por lo menos un Andrea Moda había debutado, pero nunca consiguieron superar más 11 vueltas seguidas.
Perry tuvo que ver la carrera desde el box.
En los grandes premios de Canadá y Francia, Perry no pudo participar... ¡porque el equipo no había conseguido hacer llegar sus coches al circuito a tiempo! Las cosas mejoraron en el Gran Premio de su casa, cuando estuvo a punto de completar una vuelta antes de que el motor fallase. De cualquier manera, aprovechó el pararse al borde de la pista para vender mil camisetas que él mismo había diseñado y en las que se cagaba en el equipo por la forma en la que le estaban tratando (Sí, quiero que Frenando Alonso haga lo mismo en plan “Ron Dennis, fuck with a horse”. Pagaré lo que me pida). Eso sí, luego fue más que comprensible que, en la siguiente carrera sólo le dejasen salir de boxes a 45 segundos para el final de la sesión.
Por supuesto, el momento álgido de la temporaba fue cuando, para ahorrar, el equipo de mecánicos le instaló al bueno de Perry la transmisión defectuosa del coche de Roberto Moreno (se había medio estropeado en el Gran Premio anterior). Basta decir que, en la cuerva más rápida y peligrosa del mundo (Eau Rouge) la transmisión se rompió del todo y Perry se salvó de la muerte por centímetros.
De todas formas, ya no hubo más carreras para Andrea Moda afortunadamente para todos. Su patrón fue detenido ¡EN PLENA CALLE DE BOXES! por delitos fiscales que venían de los numerosos gastos del equipo y el equipo fue expulsado sin mayores ceremonias de la F1.
Los ingleses (que, mal que nos pese, son los hijos de puta que escriben la historia de la F1) siempre dirán que Perry era un onvre con mucho talento y muy mala suerte al que el equipo puteó. Personalmente, creo que Roberto Moreno era mejor que él y que también puede que sea cierto que hubiese pilotos peores. Pero Perry se merece una medalla porque, después de haber tenido la peor carrera en F1 de la historia... ¡tuvo los santos cojones de escribir un libro humorístico sobre ello! Eso le convierte en uno de los más grandes apóstoles del cachondeo en este mundo de lloricas y de papás de Hamilton en el que nos ha tocado vivir. Y, como todo grande del cachondeo, se merece un lugar de honor en esta nuestra Frikipedia. Su gran libro: “Flat Out. Flat Broke. F1 the Hard Way” merece estar en todas vuestras listas de Navidad. Really.
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